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lunes, 25 de febrero de 2013

Sobre Diego el navarro


© Hergé/Moulinsart 2013.

(Un lector del blog, El Villano en su rincón, nos hace un comentario que me resisto a calificarlo como tal, y le doy rango de entrada).

Siempre se ha dicho, en tono jocoserio, que el único español que aparece en toda la serie de Tintín es el "cajaliano" científico D. Porfirio Bolero y Calamares de La estrella misteriosa, por lo demás figurante "sin diálogo", dicho sea en términos teatrales (ni siquiera se conoce cuál es su especialidad científica).

Me sorprende que nunca se alude a otro español con algo más de presencia en la obra. En El secreto del Unicornio, tras el combate en cubierta y con Hadoque cargado de ataduras, Rackham le condena por haber dado muerte a "Diego el Navarro, mi fiel lugarteniente".

La primera duda surge sobre si tal patronímico es una licencia de la traductora. Acudiendo a la edición primigenia (cómo no, Bellier, tira H-56):

© Hergé/Moulinsart 2013.

comprobamos que, efectivamente, Rackham le nombra como "Diego le Navarrais".

La siguiente cuestión es si el tal personaje pudiera ser originario de la Navarra francesa o Baja Navarra (los territorios navarros que quedaron allende los Pirineos y que se incorporaron a la corona francesa con el ascenso al trono de Enrique III de Navarra como Enrique IV de Francia). Parece que Hergé, sin embargo, quiso incidir en la españolidad del personaje al dotarle del antropónimo "Diego" (una de las formas de Yago o Santiago), privativo de la lengua castellana; tan sólo el gallego "Diego" y el portugués "Diogo" presentan una forma parecida entre las lenguas romances.

El personaje aludido debe de ser el que reta a Hadoque en combate singular algunas viñetas más atrás (tira H-52): su rango se pone de manifiesto en el tocado de plumas y su condición de español en lo que se supone tal estereotipo en un cómic, a la manera en que igualmente se presentan los iberos en Astérix en Hispania: cabello negro, cejas pobladas, semblante de pocos amigos, barroquismo en la indumentaria, un cierto desaseo y, en la versión en color, piel atezada.

Estaríamos, pues, ante el segundo español de la serie, y no deja de sorprenderme que, hasta donde conozco, no se haya reparado nunca en esta anécdota.
Sin embargo, podría abrirse la discusión en este sentido: al figurar en una historia dentro de la historia ¿cabría considerar a Diego el Navarro estrictamente como un personaje del universo tintinesco? Respondan los expertos.

El Villano en su rincón.

jueves, 7 de febrero de 2013

Robar a tu rey (año II)

© Hergé/Moulinsart 2013.

Títulos llenos de ambigüedad y eufemismos: El secreto del Unicornio-El tesoro de Rackham el rojo.

El secreto del Unicornio. ¿Cuál es ese secreto? ¿Se refiere a los pergaminos escondidos en el mástil?

La historia de los pergaminos es la siguiente:

1- Robados por los hermanos Loiseau (Pájaro).
2- Robados por Aristides Filoselle (Celestino Panza).
3- Filoselle los sitúa en coordenadas alfabéticas.
4- Tintín los descubre y restituye a Haddock, el legítimo heredero.

¿Era ese el secreto? ¿La ubicación y el mensaje de los pergaminos? ¿O iba mucho más allá? ¿Era el secreto el tesoro en sí? ¿Y por qué tanto misterio?


© Hergé/Moulinsart 2013.

El tesoro de Rackham el rojo.

1- Robado por Rackham.
2- Robado por el caballero de Hadoque.
3- Hadoque lo situa en coordenadas meridianas.
4- Tintín lo descubre y restituye a Haddock, el legítimo heredero.

Pero el tesoro era...¿de Rackham el rojo? No. En origen, desconocemos quien era el propietario original al que Rackham se lo robó. ¿Pertenecía a Hadoque? Imposible, el también lo robó a Rackham.

El tesoro tomado a un pirata por un caballero, súbdito del rey, pertenece...¡¡¡al rey mismo!!!

El secreto (del caballero que robó a su rey) -El tesoro (de Louis XIV).


Bibliografía:

Tintin chez le psychanaliyste, Serge Tisseron. Aubier (1985). Capítulo "Haddock et le fantome du chevalier".

Le secret de la Licorne, de Hergé. Casterman (1943).

Le tresor de Rackham le rouge, de Hergé. Casterman (1944).


...y hasta aquí la segunda temporada. Tras el año cero y el año uno, mañana, 8 de febrero, empezamos el año II (es decir, la tercera temporada). Muchas gracias a todos por la buena acogida que está teniendo el blog. Gracias especialmente a los generosos compañeros habituales que no permiten que una sola entrada quede sin comentarios. Creo que fue una buena decisión crear este blog, estoy muy satisfecho. Tampoco sé hasta cuando vamos a seguir aquí, porque todo esto supone un relativo esfuerzo. Un ritmo de dos-tres entradas mensuales sería lo ideal, y me veo con ganas de seguir, al menos, un año más. Hay todavía un buen puñado de cosas que me apetece comentar.

Si os apetece, aquí os espero. ¡Muchas gracias!

Jordi J. Gran -Scardanelli

martes, 26 de junio de 2012

Pazuzu


Representación gráfica de Pazuzu.
 
(Muchas gracias a Alejandro Martínez por descubrirme este detalle del libro Hergéologie, de Pierre Fresnault)

Pazuzu es una figura mitológica que fue muy popular en la antigua región de Mesopotamia. Se le representa como un conglomerado de animales: cabeza de león, alas de águila (tiene la peculiaridad de tener cuatro), garras...A pesar de ser una figura maléfica, la representación de esta deidad también servía de amuleto. Pazuzu era el antagonista de su consorte Lamashtu, una figura femenina que se alimentaba de recién nacidos y de sus madres, de modo que Pazuzu era el aliado de los niños y de las mujeres encintas.

Todas las imágenes o esculturas de Pazuzu tienen una singularidad. El demonio es representado con la palma de la mano derecha hacia arriba y la izquierda hacia abajo. Eso siempre es así, como símbolo de la contradicción del personaje. Es vida y es muerte, es creación y destrucción, es un ser maléfico pero que defiende la creación de la vida.

Escultura de la deidad.

En El secreto del Unicornio (43C2) aparece una figura de Pazuzu en los sótanos de Moulinsart. La representación es inequívoca, se trata del maléfico personaje, pero llama la atención un detalle... La escultura tiene los dos brazos levantados. ¿Se trata de un error de Hergé?

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

Para nada. Si hay un tipo disparando con una pistola, lo más sensato es levantar los dos brazos y rendirse.

martes, 16 de agosto de 2011

Efecto perdido

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

El Secreto del Unicornio se publicó originalmente en el periódico Le Soir en formato de tiras de prensa en blanco y negro. Al adaptar éste título al formato en color de 62 páginas, se perdió para siempre un bonito detalle.

Cuando el señor Pájaro disparaba a la armadura, la trayectoria de la bala tenía una graciosa continuidad con la siguiente viñeta. Así, el disparo tenía un efecto inmediato en los dos siguientes dibujos, dándole a la escena un ritmo trepidante.

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

Desgraciadamente, al adaptar el relato al formato álbum, no fue posible mantener las dos viñetas en el mismo renglón (se colocaron en A3 y B1), de modo que ese exquisito efecto se esfumó...


Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

lunes, 4 de julio de 2011

La prisión de Bonivard

La liberación de Bonivard, por Lossier.
Siglo XVI. Suiza. Castillo de Chillon. Los sótanos. En esos lares anduvo François Bonivard de 1530 al 1536, hasta que fue liberado por las tropas ginebrinas. Fue el precio que hubo de pagar por su oposición política al duque de Saboya.

Los sotanos del castillo de Chillon.

El castillo es a día de hoy una atracción turística. Pero la belleza del recinto tiene su punto lúgubre en los sótanos. Un lugar terrorífico, cuyo aire viciado y arquitectura opresiva eran la perfecta mazmorra para los presos. Los que lograban salir con vida tenían que cargar con graves secuelas tanto físicas como psicológicas.


Las paredes de la mazmorra son la mísma roca del entorno.

Afortunadamente, Hergé hizo una adaptación más “light” del entorno. Así, las huecas paredes de ladrillo serán fáciles de derribar con una viga que tenemos por ahí. Y digo “afortunadamente” porque, me temo que ni siquiera un tipo como Tintín habría podido escapar del sotano original.

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

sábado, 23 de abril de 2011

Aristide Filoselle (o Celestino Panza)

Imágenes propiedad Hergé/Moulinsart.
Ya hemos comentado alguna vez que, es marca de la casa, encontrar en las relecturas de los álbumes elementos que pasaron inadvertidos (necesariamente inadvertidos) en una lectura inicial. Y Hergé se esmeraba en introducir esos guiños pues sabía, mejor que nadie, que la complicidad con el lector es uno de los puntos fuertes de cualquier obra.

El Secreto del Unicornio se publicó, en su versión original, en el periódico Le Soir en tiras diarias en blanco y negro. Ésta es una de las primeras viñetas…
Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

En la viñeta aparecen de espaldas los Dupondt, a los que en breve les serán birladas sus carteras. Pero esa misma viñeta sufre un sutil retoque para la versión en color del álbum…

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.
Cuando hagáis una relectura de este título…¡vigilad vuestras carteras!

miércoles, 9 de febrero de 2011

Milú el pulgoso.

Imágenes propiedad de Moulinsart.

Hablar y pensar en un idioma diferente al de Hergé hace que se nos escape algún que otro guiño.

Si echáis un vistazo a las primeras páginas de El Secreto del Unicornio veréis que Milú no deja de rascarse. En todas las viñetas. La razón es que en francés “mercadillo” o “rastro” se dice “marché aux puces”. Y sí, “puces” significa pulgas. Así pues, toda la secuencia en la que Tintín y Milú pasean por el “marché aux puces” Milú se rasca…porque tiene “puces”.


 Imágenes propiedad de Moulinsart.