Stratonef H22

Web no oficial sin ánimo de lucro. Todas las imágenes son propiedad de Hergé/Moulinsart.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Tintín bajo la lupa de la censura



Estamos de enhorabuena. Nuestro compañero Alejandro Martínez ha dado a luz a un nuevo y exhaustivo artículo: Tintín bajo la lupa de la censura.

El texto abarca mucho más de lo que el título podría sugerir; hace un recorrido por toda la obra de Hergé poniendo el matiz en la influencia del contexto político. Creo que el artículo interesará tanto a neófitos como a los ya iniciados. La parte del texto que aborda los trabajos de los años 20-30 es un hilo conductor fantástico para orientarse por los trabajos menos conocidos de Hergé. Una vez presentado de manera impecable el mapa general, se pasa a enumerar las situaciones que dieron pie a censura o modificación en las aventuras. El artículo finaliza con un apartado que se ciñe a la censura en España, tema que nos toca más de cerca.

Enhorabuena al autor y a todos nosotros, que tenemos la oportunidad de leer, cómodamente en castellano, un texto muy específico. Como además tenemos la suerte de que Alejandro es amigo del blog, podemos hacerle directamente las consultas, comentarios o incluso críticas si las hubiera. ¿Qué más se puede pedir?

Ahí va el enlace:



lunes, 25 de marzo de 2013

Michel Serres - Le picaresque aujourd'hui



© Hergé/Moulinsart 2013.

(En el año 1977, Michel Serres publicó un artículo en la revista Critique analizando el álbum Tintín y los Pícaros. Casi cuarenta años después sigue siendo el análisis más sutil de la vigesimotercera aventura de Tintín que se haya hecho jamás. Ese texto, considerado una de las cumbres de la bibliografía hermenéutica tintinera, fue incluido en el libro Hergé, Mon ami. Paso a hacer un resumen de dicho análisis. Una vez más, quiero recordar que este blog pretende estimular a la lectura directa de los textos, pero en ningún caso sustituirlos).


De algún modo, Tintin et les Pícaros guarda una estrecha relación con Les bijoux de la Castafiore. Esta última era el inicio de una nueva era, la del sensacionalismo, la televisión, el show, la reproducción...El mismo Michel Serres tiene un artículo fantástico sobre ese álbum (Les bijoux distraits ou la cantatrice sauve). Podríamos decir que Pícaros es la secuencia lógica de ese nuevo mundo iniciado en Bijoux. Los parásitos y el ruido que se introducían, como un germen, en Moulinsart, salen al exterior en forma de mass media, burócratas y revolucionarios. Como dice Serres, en Pícaros “la nausea ha tomado el lugar del deseo”. Hay en todo el álbum una acumulación de comida, de bebida, de fiesta...pero la comida es infecta (Milú no puede con ella, los Arumbayas tampoco) y la bebida es vomitiva. Cuando uno no puede comer ni beber bien, ni en compañía, la violencia está presente y amenaza con desatarse. Haddock, privado de su bebida, desprende durante todo el episodio un halo de agresividad. Tintin et les Pícaros empieza con una nausea y termina con una revolución.

© Hergé/Moulinsart 2013.

 En el episodio tenemos dos amplificaciones que se retroalimentan entre sí.

  1. amplificación de los signos de información - (Las joyas de la Castafiore).
  2. amplificación de los productos farmacéuticos - (Vuelo 714 para Sidney).
Las drogas y los mass media forman parte del mismo combate. Es la lucha contra los estupefacientes y el mundo de la representación. Una es causa de la otra, cuando no entran directamente en convergencia, como en la plancha número 8. ¿Estás deprimido? Bebe Loch Lomond. Es la misma estructura que te crea el hastío la que te proporciona el remedio (droga) y el antídoto contra ese remedio: las pastillas de Tornasol. Una droga inhibe a otra droga. El alcohol es una droga, pero las pastillas de Tornasol también. Hergé, durante toda su obra, tuvo siempre presente el papel de los estupefacientes en la sociedad: Cigarros, Loto, Cangrejo...

Pero hemos dejado atrás el reinado del opio-whisky. Nuestros tiempos son el reinado del opio-pildoras. Ya en Vuelo 714 se insinúa esa ascensión de la industria farmacéutica, con el poderoso suero de Krollspell.  Siempre la misma estructura, los mismos perros con distintos collares. La sociedad es repetición...y espectáculo.

El carnaval.

En el desorden, las energías se diseminan por el espacio hacia todas las direcciones. El caos es siempre el fin de un ciclo. En el álbum, ese caos de fin de ciclo viene representado por el carnaval. La sociedad aceptó en ocasiones la diferencia. En otros tiempos (los nuestros) acepta la igualdad. Pero lo que no admite jamás es un doble. El doble entraña la violencia y la muerte. Alcázar y Tapioca, almas gemelas, buscan matarse entre ellos...y la fiesta terminara mal o bien dependiendo del lado en el que estés. Tapioca debe morir. Los Dupondt deben ser sacrificados. Sponz y Pablo deben pagar sus traiciones. Pero existe el cloroformo, siempre el cloroformo. Contra el whisky, las pastillas de Tornasol. Y contra el ritual del sacrificio están los idealistas. Sí, los idealistas, esos individuos que no respetan nada, ni siquiera las más ancestrales tradiciones. Es una triste época.

© Hergé/Moulinsart 2013.

El sacrificio ancestral es evitado. Una enorme máscara sobrevuela las prisiones evitando las ejecuciones. Se da la palabra de no matar a nadie, la sangre no llegará al río. Un billete de avión para los cómplices y sus comparsas, y tema olvidado. Finalmente, el carnaval no ha sido ni desorden ni cambio de ciclo. El carnaval ha sido el mismo viejo orden de siempre, el opio del pueblo. Cambiamos las máscaras y volvemos a empezar. Alcázar por Tapioca. Las pastillas por el alcohol. Los mismos policías vigilando las mismas favelas. Nuestros protagonistas vuelven a casa en un avión...Sigan con el juego ustedes, sigan, no se detengan. El carnaval no debe detenerse, la música es siempre la misma.

No sucede más que lo mismo, siempre lo mismo, bajo el gran sol de San Theodoros.

Bibliografía:

Tintin et les Picaros, Hergé. Casterman (1976).

Hergé mon ami, Michel Serres, Moulinsart (2000). Páginas 114 a 142.

domingo, 3 de marzo de 2013

Valérius de Saedeleer


Paisaje invernal.

Valérius de Saedeleer (1876-1946) fue un pintor belga muy fecundo en paisajes invernales. En la cabecera de la entrada podéis disfrutar de uno de sus cuadros. Este lienzo en concreto era muy apreciado por Hergé. Abajo, en la foto de Hergé y Arnold (el gran olvidado en toda la historia de El loto azul, en detrimiento de Tchang) hay una reproducción de este cuadro colgada en la pared.

Hergé junto a Arnold y su esposa.

Hasta en dos ocasiones aparece esta pintura en los álbumes. En La oreja rota el cuadro aparece muy claramente.

Van Opstal, en su fenomenal libro Tracé RG, confunde el cuadro con uno muy parecido de otro autor flamenco, Brueghel, Cazadores en la nieve.


Los cazadores en la nieve, de Brueghel. Este NO es el cuadro que aparece en las aventuras de Tintín.

© Hergé/Moulinsart 2013.



Como digo, esta pintura vuelve a aparecer en otro álbum, aunque no de forma tan clara. Se muestra un pequeño fragmento, pero es el mismo cuadro. ¡A ver si lo encontráis!








Bibliografía:

Catálogo exposición Tintin chez les arumbayas (2012).

Trace RG, Van Opstal, Lefrancq (1998), Pag. 56.

L'oreille Cassée, Hergé. Casterman (1943), Pag. 7.