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lunes, 25 de marzo de 2013

Michel Serres - Le picaresque aujourd'hui



© Hergé/Moulinsart 2013.

(En el año 1977, Michel Serres publicó un artículo en la revista Critique analizando el álbum Tintín y los Pícaros. Casi cuarenta años después sigue siendo el análisis más sutil de la vigesimotercera aventura de Tintín que se haya hecho jamás. Ese texto, considerado una de las cumbres de la bibliografía hermenéutica tintinera, fue incluido en el libro Hergé, Mon ami. Paso a hacer un resumen de dicho análisis. Una vez más, quiero recordar que este blog pretende estimular a la lectura directa de los textos, pero en ningún caso sustituirlos).


De algún modo, Tintin et les Pícaros guarda una estrecha relación con Les bijoux de la Castafiore. Esta última era el inicio de una nueva era, la del sensacionalismo, la televisión, el show, la reproducción...El mismo Michel Serres tiene un artículo fantástico sobre ese álbum (Les bijoux distraits ou la cantatrice sauve). Podríamos decir que Pícaros es la secuencia lógica de ese nuevo mundo iniciado en Bijoux. Los parásitos y el ruido que se introducían, como un germen, en Moulinsart, salen al exterior en forma de mass media, burócratas y revolucionarios. Como dice Serres, en Pícaros “la nausea ha tomado el lugar del deseo”. Hay en todo el álbum una acumulación de comida, de bebida, de fiesta...pero la comida es infecta (Milú no puede con ella, los Arumbayas tampoco) y la bebida es vomitiva. Cuando uno no puede comer ni beber bien, ni en compañía, la violencia está presente y amenaza con desatarse. Haddock, privado de su bebida, desprende durante todo el episodio un halo de agresividad. Tintin et les Pícaros empieza con una nausea y termina con una revolución.

© Hergé/Moulinsart 2013.

 En el episodio tenemos dos amplificaciones que se retroalimentan entre sí.

  1. amplificación de los signos de información - (Las joyas de la Castafiore).
  2. amplificación de los productos farmacéuticos - (Vuelo 714 para Sidney).
Las drogas y los mass media forman parte del mismo combate. Es la lucha contra los estupefacientes y el mundo de la representación. Una es causa de la otra, cuando no entran directamente en convergencia, como en la plancha número 8. ¿Estás deprimido? Bebe Loch Lomond. Es la misma estructura que te crea el hastío la que te proporciona el remedio (droga) y el antídoto contra ese remedio: las pastillas de Tornasol. Una droga inhibe a otra droga. El alcohol es una droga, pero las pastillas de Tornasol también. Hergé, durante toda su obra, tuvo siempre presente el papel de los estupefacientes en la sociedad: Cigarros, Loto, Cangrejo...

Pero hemos dejado atrás el reinado del opio-whisky. Nuestros tiempos son el reinado del opio-pildoras. Ya en Vuelo 714 se insinúa esa ascensión de la industria farmacéutica, con el poderoso suero de Krollspell.  Siempre la misma estructura, los mismos perros con distintos collares. La sociedad es repetición...y espectáculo.

El carnaval.

En el desorden, las energías se diseminan por el espacio hacia todas las direcciones. El caos es siempre el fin de un ciclo. En el álbum, ese caos de fin de ciclo viene representado por el carnaval. La sociedad aceptó en ocasiones la diferencia. En otros tiempos (los nuestros) acepta la igualdad. Pero lo que no admite jamás es un doble. El doble entraña la violencia y la muerte. Alcázar y Tapioca, almas gemelas, buscan matarse entre ellos...y la fiesta terminara mal o bien dependiendo del lado en el que estés. Tapioca debe morir. Los Dupondt deben ser sacrificados. Sponz y Pablo deben pagar sus traiciones. Pero existe el cloroformo, siempre el cloroformo. Contra el whisky, las pastillas de Tornasol. Y contra el ritual del sacrificio están los idealistas. Sí, los idealistas, esos individuos que no respetan nada, ni siquiera las más ancestrales tradiciones. Es una triste época.

© Hergé/Moulinsart 2013.

El sacrificio ancestral es evitado. Una enorme máscara sobrevuela las prisiones evitando las ejecuciones. Se da la palabra de no matar a nadie, la sangre no llegará al río. Un billete de avión para los cómplices y sus comparsas, y tema olvidado. Finalmente, el carnaval no ha sido ni desorden ni cambio de ciclo. El carnaval ha sido el mismo viejo orden de siempre, el opio del pueblo. Cambiamos las máscaras y volvemos a empezar. Alcázar por Tapioca. Las pastillas por el alcohol. Los mismos policías vigilando las mismas favelas. Nuestros protagonistas vuelven a casa en un avión...Sigan con el juego ustedes, sigan, no se detengan. El carnaval no debe detenerse, la música es siempre la misma.

No sucede más que lo mismo, siempre lo mismo, bajo el gran sol de San Theodoros.

Bibliografía:

Tintin et les Picaros, Hergé. Casterman (1976).

Hergé mon ami, Michel Serres, Moulinsart (2000). Páginas 114 a 142.

26 comentarios:

  1. Genial entrada. La estimulación a la lectura directa de los textos que propones, es sin duda un objetivo magnífico que me atrevo a creer que se cumple con creces. Otra cosa es que ese “apetito” que nos creas llegue siempre con éxito a “la mesa”, por una u otra razón. Pero poner a la vista estos platos, es una labor fantástica que personalmente agradezco.

    Ese Alcázar puro en boca y lazo al cuello, diciendo Oui, triste époque… no tiene precio. Como hemos dicho muchas veces, este Hergé de la “decadencia”, tiene muchísimas cosas interesantes.

    Opios y anestesias diversas, permanentes cambios para que todo siga igual… el mundo contemporáneo, vaya. Tintín es el s XX y se quedó vislumbrando ya el XXI (25 años antes de que llegara…)

    Saludos.

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    1. El blog pretende ser "una guía de la buena mesa". Luego, cada uno, en función de sus intereses, motivaciones y posibilidades, profundiza en lo que cree oportuno. Obviamente, los textos originales están más desarrollados, más bien estructurados, y no tienen nada que ver con las entradas que hacemos aquí. Pero, como bien dices amigo, la intención no es más que emitir destellos que llamen la atención de los aficionados. Poner en el escaparate aquellos textos que me parecen más interesantes para que algún día os animéis con ellos.

      Personalmente, este artículo me ha parecido fantástico, creo que Serres, que en ocasiones peca de demasiado filosófico (y lo dice alguien del ramo jeje) en esta ocasión hace una disección impecable del álbum. La sociedad estaba sufriendo un cambio muy profundo y Hergé se daba cuenta. Ya no era su época, ni la de Tintín, de ahí que todo el universo tintinero esté como descolocado en las últimas aventuras...cosa que las hace muy interesantes, por otro lado.

      Muchas gracias por participar, Nowhereman.

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  2. muy buena entrada la verdad, invita a la reflexión. Yo coincido y diría que Hergé, uno de sus mayores virtudes, es que supo amoldar a tintín en los tiempos a los que vive y no sólo eso, sino hacer evolucionar a los personajes, cosa, que a no todos les ha gustado.
    Yo añadiría el arte alfa y vuelo 714 a la lista de las joyas de la castapipa jeje, y pícaros. Es un fiel reflejo de la sociedad, la sociedad del exceso, la comida rápida, el arte abstracto, los antidepresivos, hippies, y un largo etc, por reinventarse pero sin llegar como siempre a ninguna parte. Y repito que para un hombre ya enfermo de aquella y mayor, captar tan sutilmente la realidad de una época y reflejarlo en su trabajo, es para quitarse de nuevo el sombrero. saludos.

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    1. Decir que la entrada "invita a la reflexión" es el mayor elogio que podemos recibir. Gracias Hugo.

      Por los bocetos de Arte-Alfa, especialmente los inéditos aparecidos en la edición Casterman del 2004, se intuye que Hergé iba a seguir por este camino. Medicamentos, drogas...En una plancha de esquisses aparece una mujer que es claramente una yonqui, muy delgada. También parece que iba a tener un papel destacado el doctor Krollspell. El tema de los estupefacientes y la falsificación son los dos grandes temas de la obra tintinera. El verdadero villano de la serie no es Rastapopoulos, sino la falsedad-irracionalidad (drogas-alcohol) y el tema del impostor, (falsificación de monedas u obras de arte).

      Un abrazo Hugo, gracias por participar.

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  3. Muy buena entrada Scardanelli, me encantaria leer artículos de este tipo pero no me manejo bien con el francés. Gracias por el resumen.

    Un saludo.

    Ares.

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    1. Celebro que te sea de ayuda, amigo Ares. Ya sabes que todo es ponerse, a la fuerza los ahorcan que dice el refrán. Ojalá tuvieramos artículos en castellano de este tipo, pero lamentablemente ni los hay ni los habrá jamás.

      Un saludo Ares, muchas gracias por participar.

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  4. Yo creo que la palabra que mejor lo define en esta época es desubicado. Por su edad y su enfermedad, por sus ideales y creencias scouts, por tener que mantener a un eterno adolescente continuamente actualizado, por vivir una época ya con la que no se sentía muy identificado. La imagen de Tintín creo que es el mayor ejemplo. A fuerza de querer "estar con los tiempos que corren" resulta un personaje extraño, su espíritu aventurero se diluye y se convierte en un activista sedentario, puede ser una aventura de Tintín, pero ya no parece que sea Tintín, como tampoco son el resto de personajes, ¿Hadock sin bebida? ¿Rastapopoulos un bufón?

    Si en cada aventura encontramos denuncia de hechos concretos como contrabando, opio, tráfico de esclavos, gangsters,... creo que en los últimos títulos es la crítica social la que toma ese relevo y quizás el argumento sea una mera excusa para ello, como siempre lo fue, por eso las comparaciones con Hitchcock.

    Un saludo. Alejandro.

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    1. Sí, es cierto lo que dices...Pero hay una paradoja en todo esto. Creo que Tintín envejeció peor que Hergé. El autor era un hombre amante de las vanguardias, de lo último, de Warhol, de la música Pop, de las nuevas tecnologias de la época...Pero Tintín y su mundo se quedaron un poquito atrás. Era todo una obra redonda, un mundo perfecto, y al introducir ciertas variables (necesarias por el contexto social) la armonia se fue al garete. Pero, como decimos a menudo, esa es la gracia de los últimos álbumes. Joyas es un mundo que finaliza, y Vuelo y Pícaros es el derrumbamiento, estrepitoso en el caso de Pícaros.

      El espirítu aventurero que se diluye venía ya de lejos. En la última página de Aterrizaje, ya Haddock dice que no hay nada como estar en la tierra (es decir, en casa). Y en la primera plancha del siguiente álbum, Asunto, Haddock solo pide paseos por el campo. Los personajes tenían personalidad propia, "hablaban" a través de Hergé, pero el autor iba siguiendo la serie. El certificado de defunción es Joyas, donde ya ni salen de casa. No me cansaré de repetir que (siempre en mi opinión) Joyas es el verdadero final de la serie, el adiós a la aventura. En Pícaros ya es escandaloso, con Tintín quedándose en casa y desaparecido durante 10 páginas.

      Muchas gracias por participar, Alejandro. ¡Un saludo!

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    2. Os dejo mi humilde reflexión al respecto, amigos. Creo que las obras no envejecen, simplemente “son”. Ciertamente tienen un “ciclo vital”, inicios-madurez-declive o final, pero “son” en todas esas etapas. Nuestro gusto personal puede sentirse más cercano a alguna etapa en concreto o podemos debatir sobre las virtudes y defectos de cualquiera de ellas.

      Tintín, es tan Tintín en “Pícaros” como en “Templo”, simplemente porque hace y dice las cosas que Hergé quiso que hiciera o dijera en uno y en otro caso. Que no es la “cumbre de la obra”, sin duda, pero no deja de ser “la obra”. Tintín murió lamentablemente para todos nosotros en la última viñeta de “Pícaros”… ;-)

      Un abrazo a ambos (y a todos)

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  5. ¡Buenos días! Sí, estoy COMPLETAMENTE de acuerdo con lo que dices. Las obras, al igual que las personas, nacen, pecan de inmadurez, pasan a la plenitud y decaen. No hay que renegar de nada, todo forma parte de la vida. Pero dicho esto, es innegable que tú, con tus 40 años, estás en la plenitud. Pero cuando llegues a los 80, que seguro que llegarás, pues sí, seguirás "siendo", serás todavía tú y tu vida, pero como dice Alejandro, tal vez ya te sentirás un poquito desubicado. Tu naces en un mundo que parte de un punto, pero el entorno va modificando ese punto del que partiste (y que forma parte esencial de tu ser). Y ahora otro pasito, y otro más...y cuando te das cuenta, el paisaje que te rodea ya tiene poco que ver contigo. Creo que eso es lo que le pasó a Tintín (no sé si también a Hergé). Televisores en color, aviones supersónicos, arte contemporáneo, prensa del corazón...Ese ya no era el entorno de nuestros queridos personajes. Pero, como digo, no hay que renegar de nada y es muy interesante ver la obra desarrollarse en un entorno nuevo.

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  6. Será querido amigo, porque yo siempre me he sentido desubicado… y empatizo plenamente con los últimos álbumes. La plenitud, también depende de en qué sentido la entendamos… jajajaja ; todo esto es broma ;-) …

    ¿Desubicado?, puede ser. Aunque personalmente más bien creo que lo que estaba/estaban (Hergé/Tintín), eran cansados de ser eso, Hergé/Tintín, con todo lo que eso les significó. De haber estado “en plena forma”, hubieran encajado igual de bien en cualquier entorno temporal. Hergé fue siempre un hombre intelectualmente abierto e incluso adelantado a su tiempo y hasta el último momento de su vida mostró inquietud e interés por el mundo que le rodeaba.

    Simplemente quería remarcar que el Tintín de “Pícaros“ es tan Tintín como cualquier otro, porque nació de su creador y es lo que es , porque Hergé así lo quiso. En mi modesta opinión, al final jugó con su obra y estaba en su derecho. Además creo que al hacerlo fue en cierto sentido muy valiente y coherente con su creatividad y aunque el resultado tenga sin duda muchas sombras, éstas quizás lo hagan más entrañable…

    Abrazos y gracias por tus buenos deseos, que son recíprocos ;-)

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  7. No, por favor, no me hagas aguantar todo esto hasta los 80. No tengo ningunas ganas de morir, pero no me lo fies para tan largo jajajaja.

    Es cierto que Hergé era un hombre adelantado a su tiempo, por eso, en mis comentarios anteriores, me guardo de ponerlos a los dos, Hergé y Tintín, en el mismo saco. Habría que definir con precisión el concepto "ser tan Tintín como cualquier otro". Si queremos decir que es obra de su creador y merece el rango de álbum de la serie, con todas las de la ley, pues en principio estamos de acuerdo (bueno, tampoco sé si estamos demasiado de acuerdo, porque yo noto mucho la mano de De Moor y echo de menos las de Martin y Leloup. Para mí hubo un poco de dejación de funciones...pero llamarle semi-pastiche supongo que sería excesivo, así que estoy de acuerdo contigo, pero con matices).

    Lo que está claro es que es fantástico disponer de estos álbumes tan singulares, dan pie a debates muy entretenidos. Veo que, en el blog, la etiqueta con más entradas es Pícaros...

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  8. Pues efectivamente me refiero a que los matices, cambios, actitudes, etc. Se los da Hergé y nada más que Hergé (o al menos autoriza a que se los den otros... ;D). Por lo tanto entiendo que en cualquiera de los casos siempre es Tintín, uno que quizás nos guste menos, pero Tintín.

    Si dudamos de la autoría, después de lo que le costó “parir” “Pícaros”… ¡Pobre Hergé!... A ver si la culpa de los fallos la van a tener otros, cuando se hartó de decir que Tintín era él… jajajaja No creo que estuviera tan “flojo de facultades”…

    Reivindico “Pícaros” o “Vuelo” del mismo modo que como beatlemano, algunos discos o partes de los mismos, de Lennon en solitario. No es el Lennon que la mayoría adora, pero es Lennon en estado puro; valiente en su arte y creativo hasta en sus “fracasos”, y hasta el fin.

    Un abrazo y un placer como siempre disfrutar de vuestros comentarios. Con todo esto sólo intento “picar”, que me encanta leeros… (e intentar hacer de abogado del diablo, también…)

    Hasta los 80 o lo que sea menester, siempre y cuando uno conserve ciertos “minimos indispensables” … ;-)

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  9. "Dudar de la autoría". Las palabras son muy simples, pero la vida real es muy compleja, llena de matices que escapan al monolítico significado de las palabras. ¿Que entendemos por "colaborador"?¿Que entendemos por "autoría"? En ocasiones las fronteras son claras. En la aventura lunar, Hergé es el autor y De Moor el colaborador. Pícaros me parece un caso muy distinto, a pesar de que utilicemos las mismas palabras, "autor"-"colaborador". Afortunadamente para este debate, el primer Chronologie que te adjudicaras cuando puedas es el número 7, donde están los bocetos de Pícaros. Ahí podrás investigar y fantasear tu solo, en tu habitación, sobre lo que pudo suceder en la segunda parte del álbum. Es interesante ver el grado de elaboración de los bocetos, así como el trazo, el estilo...Lo voy a dejar aquí, que tengo que marcharme. Puedes, podéis, seguir dejando comentarios, es un placer hablar de estas cosas.

    ¡Vaya debates tintineros que tenemos!:)

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  10. ¿Fantasear yo sólo en mi habitación?... ¿Con un Chronologie en el regazo?... ¡Ay que me pierdooooooo!...

    Los debates y los buenos ratos, para mi, desde luego: impagables... ;D

    Abrazos

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    1. Desde luego, estos ratos son impagables. Hace apenas unos años era muy crítico con internet. Incluso con los blogs; recuerdo algún post mío en el foro rajando de los blogs jajaja. La de vueltas que da la vida, siempre se habla demasiado...

      El C.7 es fantástico, dijiste que empezarias por el final y en mi opinión será un acierto (¡que empecinamiento en seguir el orden cronológico de las cosas, algún día destrozare esa teoría con argumentos poderosos!)

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  11. Bueno, yo no he dudado nunca de la autoría de la obra de Hergé. Me refería a que el personaje de Tintín no parece el mismo, precisamente he dicho que "es una aventura de Tintín". Tampoco creo que niegue que Hergé fuera un adelantado, muy distinto es que llega una edad en la que ya no sabes cómo "ir de joven por la vida", aunque tu espíritu sea juvenil. Por eso creo que Tintín sufre en esa ambivalencia, la de tener que ser siempre un adolescente y la vejez/enfermedad/descontento de su creador. De ahí el sentirse desubicado. Eso no quiere decir que no pudiera estar a la última de los adelantos tecnológicos o científicos. Tintín parece casi un secundario en esta aventura, quizás un paso atrás intencionado que forma parte de esa crítica social, como diciendo, "ésto ya no es lo mío".

    Un saludo. Alejandro.

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    1. Cierto, así te interpreté también yo Alejandro. La "autoría" no la pusiste en duda...Nadie en su sano juicio haría una cosa así...

      http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/1989/06/25/pagina-57/33070833/pdf.html

      De Moor llegó a un acuerdo con Hergé por los derechos de Isla Negra, Tiburones...y Pícaros.

      Un saludo.

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  12. Bueno no sé si me expresé mal. Creo que no se puede entender de mis comentarios que haya dicho que nadie dudara de la autoría de "Pícaros", era más bien un comentario con cierta ironía bienintencionada, lamento si se puede entender algo diferente.

    Estoy de acuerdo en el fondo de los análisis críticos a este álbum, pero precisamente por eso y por algunas cosas más, personalmente me resulta muy interesante “Pícaros”. Además, pretendía dejar mi desacuerdo con la idea de que la obra se acaba en tal o cual sitio. En mi opinión, la obra acaba en la plancha 62 de "Pícaros", nos guste más o menos, y no le veo mucho sentido a sostener otra cosa, aunque sea sólo “una manera de hablar” (Lo siento, Scardanelli… jajajaja). También sigo sin estar de acuerdo con lo de la "desubicación", no creo que se trate de eso, o al menos no solamente.

    Como siempre, un placer. Es un lujo tener la oportunidad de poder disentir en algo con vosotros. No veo el momento de estrechar entre mis brazos a ese Chronologie 7… ;-)

    Aprovecho para felicitar a Alejandro por su artículo, que leeré con la calma que merece.

    Un abrazo

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  13. No, no, yo creo que nadie se ha expresado mal...En ningún momento he dicho que dude de la autoría de Pícaros, ni Alejandro creo que tampoco pero, aunque no lo he dicho, sí que lo pienso, de modo que tu comentario me parecía muy oportuno.

    Sobre el momento en el que finaliza la obra, y si tiene sentido o no lo que afirmo. Bien, hay muchas maneras de leer e interpretar la realidad. También las obras. Desde un punto de vista cronológico (la visión más normal, y seguramente la más sensata) pues sí, la obra acaba cuando acaba, que es en Pícaros (o en Arte-Alfa, que también hay disparidad de opiniones sobre eso). Pero hay alternativas a hacer una lectura cronológica, que es hacer una lectura lógica de la obra. En ese sentido, creo que es defendible sostener que Joyas, visto desde un horizonte conceptual-no-cronológico es el final de la obra aunque, obviamente, no tiene por qué compartirse.

    A mí me encanta debatir sobre estas cosas incluso cuando los debates son muy encendidos, porque tengo claro que nunca es un tema personal. No lo digo por este blog, donde todo transcurre con una cordialidad exquisita.

    Creo que Tintín y los Pícaros, con el paso de los años, va ganando en consideración y que tiene más apoyo del que pudiera parecer. Ocurre que, a los que no nos gusta tanto, hacemos mucho ruido jejeje.

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  14. Amigo, ahora si que me has dejado boquiabierto. Me encantará conocer dónde deja a "Vuelo" o a "Pícaros" (incluso me atrevería a decir que a "Soviets") tu visión de la obra desde un horizonte conceptual-no-cronológico.

    Si tal como dices, prescindimos de la visión de una "línea temporal", siendo puntillosos tampoco podríamos afirmar que la obra "acaba" en ningún sitio, ¿no? Lo que estaríamos diciendo es que no consideramos que lo que dejamos de algún modo "fuera", sea digno (por el motivo que sea) de considerarse parte de la obra, que es en lo que yo no estoy de acuerdo.

    ¡Vaya lío me he montado!, jajajaja.

    Un abrazo

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    1. Quieto, quieto...tiempo muerto jeje. En ningún momento he planteado la cuestión en términos de “dignidad” o falta de ella. Tampoco he dicho que debamos prescindir de la “línea temporal” (eso es sencillamente imposible).

      La secuencia temporal de una obra es un elemento decisivo, no se puede prescindir de él. Lo de horizonte-conceptual-no-cronológico es un palabro que, medio en broma medio en serio, acabo de inventar para expresar lo siguiente: para tratar de discernir, en una obra, que es lo esencial y qué lo accesorio (que no tiene por qué ser indigno, y hasta puede ser bueno), hay que atender más a los conceptos que a las fechas. Es bastante común decir que el verdadero Tintín empieza en El loto azul, y nadie se echa las manos a la cabeza por eso. Sí, ya lo sé, Soviets es el álbum fundador y los tres episodios que siguen fueron un ciclo necesario para que Tintín llegará a ser lo que fue. Pero el verdadero Tintín, el concepto Tintín, con guiones estructurados, trabajo de documentación detrás, etc, empieza en Loto. Y, a partir de ahí, hay una evolución conceptual (que se da en la línea temporal, como iba a ser de otro modo) que, en mi opinión, finaliza en Joyas. Todo lo que viene después no digo que sea indigno, ni que haya que dejarlo fuera. Pero sí digo que ya no aporta (en mi opinión, ojo) nada más. Se ha dicho, creo que con razón, que los dos últimos títulos son la deconstrucción de los personajes y no sé que más. Estoy de acuerdo, pero todo eso ya quedaba insinuado en Joyas.

      ¿Donde deja “Vuelo” y Pícaros” mi visión de la obra desde un horizonte conceptual-no-cronológico? En el de la redundancia. Vuelo me parece una redundancia muy bien ejecutada. Pícaros me parece una redundancia...y no tan bien ejecutada.

      Tengo que irme amigos. Un placer, podéis, como siempre, dejar los comentarios que queráis. Un abrazo Nowhereman!

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  15. Hombre lo de la "dignidad" era en el sentido de la primera acepción de "digno" ("merecedor de algo", en este caso de considerarse "dentro de la obra" o a la altura de el resto de la misma)

    Acepto lo de las redundancias mejor y peor ejecutadas, pero del mismo modo, también podríamos establecer otras, en diferentes etapas de la obra. En este sentido, ¿Qué aportaría "Oro negro" (por poner un ejemplo) a sus predecesoras?. Pues en mi opinión, lo mismo que "Vuelo" y "Pícaros" a "Joyas", continuidad en la creación. Con mejor o peor resultado. Quizás "Arte Alfa" pudiera haber sido un nuevo "Joyas", en cuyo caso no estaríamos hablando de esto.

    Sigo sentado en mi "burro" ;-) para mí, si aportan en lo fundamental. Hergé cambia su obra radicalmente en los tres últimos álbumes; de esos tres, en el primero hay cierto consenso en que de que lo hace de forma magistral; y en los dos siguientes también lo hay, en que de forma mas o menos desastrosa. Ese cambio de rumbo que concibió Hergé en su creación, es lo que creo que realmente no aceptamos, y sólo somos capaces de asumirlo ante la evidente genialidad de "Joyas", pero "Vuelo" y "Pícaros", en mi humilde opinión también son parte de "Joyas", por lo que acabo de decir.

    Nuestros hijos no dejan de serlo por "feos"... Y dicho esto, aquí dejo (por el momento...) de decir "burradas" y "tocar la naricillas", jajajaja.

    Abrazos

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  16. Yo no tengo hijos, Nowhereman...(eso es porque no me he casado con nadie) Pero es un placer que "toques las naricillas" (burradas no dices ninguna).

    Bueno, yo separaría lo que es un estado de transición (nunca he negado que existieran) de un punto de no-retorno. De todos modos, como no nos vamos a poner de acuerdo (y es bueno que sea así) te propongo un pacto antes de que vengan nuestros padrinos:

    Estoy dispuesto a aceptar (aunque no esté de acuerdo) que, tal vez, Joyas no es ese punto de no-retorno que veo, y que los siguientes títulos, más allá de que lo consigan o no, son una nueva evolución de la serie.

    Pero a cambio aceptame tú (aunque no estes de acuerdo) que, tal vez, en ocasiones, el criterio cronológico puede no ser un elemento definitivo al valorar cuando una obra ha llegado a su fin o no.

    En caso de no aceptar esta tregua, te advierto de que mi Browning está lleno de balas, y no voy de farol como el del tupé en cierta isla (o sí) ;)

    Un abrazo amigo, un placer leerte.

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  17. Me parece un acerdo muy razonable. Podré ser algo cabezón, pero no me tengo por intransigente (o al menos lo intento...) jajajaja.

    El placer es mío. Siempre es un gusto visitar esta "casa", jamás se sale con las "manos vacías"

    Abrazos

    PS. No es necesario "casarse con nadie", para tener hijos...

    ;-)

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