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jueves, 30 de junio de 2011

La irracionalidad como estigma

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

Línea clara: orden, equilibrio, racionalidad. Los personajes que se apartan de este perfil (Haddock, Milú, Castafiore…) son unos (benditos) cuerpos extraños en el universo de Hergé. El protagonista de este cosmos es el paradigma de lo racional. Un tipo frío, calculador, plano, previsible. La bestia negra del mundo de Hergé no es la maldad, sino la locura. El mal es una elección evitable. La locura un destino insoslayable, un camino sin retorno. La mayor amenaza.
Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

A finales de los 50 Hergé es tratado por un psicoanalista. Sus famosos sueños blancos. Se le sugiere al autor que deje de crear. Lejos de eso, da un paso hacía adelante y publica Tintín en el Tíbet, la historia de una premonición. Presentimientos, lamas voladores, visiones reveladoras…La crisis existencial del autor se gestiona introduciendo la irracionalidad en su obra...y en su vida.

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

Tintín en el Tíbet es la última gran aventura de Tintín. Hergé cambia de pareja. Y se apasiona con el (irracional) arte contemporáneo. Deja en un segundo plano su profesión. Y cierra la serie con Las joyas de la Castafiore, su obra maestra, que bien podría haberse titulado El primer día del resto de mi vida. Se acaban los héroes perfectos, las grandes tramas, y se introduce el ruido, la imperfección, lo irracional cotidiano en la serie. Es el fin inevitable. Los dos siguientes títulos, sin querer prejuzgar la calidad de los mismos, poco o nada tienen que ver con el viejo Tintín. Pero es que ya no había vuelta atrás. El mundo dejó de ser cuadriculado para siempre. Lo irracional mató a Tintín y a la línea clara, pero salvó al señor Remi.

La lección de toda una vida que nos deja el autor...

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.
La irracionalidad es también una fuente de sabíduria.

6 comentarios:

  1. No añado más, sólo voy a releerme de nuevo ese primer párrafo y a disfrutarlo. Gracias Scarda.

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  2. Ufffff, ¡Qué buena entrada!. Si, al final se acaba con el bimonio maldad-locura por la vía de la caricatura y la ridiculización. Nuestro admirado autor lo quiso así. En mi humilde opinión, creo que eso engrandeze mas si cabe el conjunto desde la perspectiva de la obra al completo en su contexto, con todos sus matices y circunstancias.

    No se si la irracionalidad es una fuente de sabiduría, pero desde luego; es, ha sido y será fuente de creación y arte.

    Un saludo

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  3. Exacto; la caricatura y la ridiculización son la consecuencia lógica de todo esto. Si, es posible que los dos últimos títulos sean necesarios para dar una mayor perspectiva de toda la obra. Nunca he dicho que sobren, ni digo que sean malos. Pero creo que Joyas era el cierre natural de la serie, siendo Vuelo y Pícaros algo diferente.

    Zafiret y Nowhereman, muchas gracias a los dos por comentar.

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  4. Échale un ojo a esto:

    http://panorama.laverdad.es/curosidades/1428-tintin-y-los-locos

    Maravillosa entrada, tu blog es una delicia, canalla...:)

    Un abrazo,

    ArteAlfa

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  5. Ja, ja,... yo creo que lo que les fastidia de verdad el lo del 'psiquiatra' Müller.

    Gracias por el enlace Artealfa. Un saludo a todos

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  6. Interesante enlace. Es que indignarse es el deporte nacional del planeta...:)

    Muchas gracias a los dos por comentar. Un saludo.

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