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Captura de los lomos de piel de unos facsímiles. |
Los facsímiles de los álbumes de Tintín están repletos de pequeños detalles y matices que hacen las delicias del aficionado. Un facsímil, además de ser una edición de lujo, es una replica exacta de la primera edición del título que reproduce. Las primeras ediciones de los álbumes estaban cargadas de elementos que fueron suprimidos o rectificados en las ediciones posteriores. O de simples errores de edición. La única manera de tener una edición tal y como fue inicialmente concebida es tener un facsímil (aparte, por supuesto, del costoso camino que supone tener las primeras ediciones originales). Vamos a hacer un repaso, que en ningún caso pretende ser exhaustivo, de algunos bonitos a la par que curiosos detalles con los que podemos disfrutar, y que en ningún caso están a disposición del tintinero que solo tiene las ortodoxas ediciones actuales.
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© Hergé/Moulinsart 2012. |
En El cangrejo de las pinzas de oro, en su edición original en blanco y negro, hubo un error de impresión. Así, en la hoja de presentación, el símbolo del cangrejo apareció boca abajo. Obviamente esta errata fue corregida en posteriores ediciones. En el facsímil de este título, como no podía ser de otra forma, la errata se reproduce y podemos sonreir con este gracioso detalle.
Seguimos en la hoja de presentación. La edición original de Las 7 bolas de cristal venía acompañada de una fantástica ilustración de Rascar Capac, amenazante, con una esfera en sus manos. Pero al editor le pareció una imagen demasiado aterradora para los niños y pidió a Hergé que la sustituyera por una más amable. Con el facsímil de este título, tenemos el álbum con la intimidatoria presentación original.
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© Hergé/Moulinsart 2012. |
Seguimos en la hoja de presentación. La edición original de Las 7 bolas de cristal venía acompañada de una fantástica ilustración de Rascar Capac, amenazante, con una esfera en sus manos. Pero al editor le pareció una imagen demasiado aterradora para los niños y pidió a Hergé que la sustituyera por una más amable. Con el facsímil de este título, tenemos el álbum con la intimidatoria presentación original.
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© Hergé/Moulinsart 2012. |
Uno de los facsímiles imprescindibles es La isla negra, ya que contiene la versión original. Pero hay algún que otro detalle curioso. Página 18C1...¡hay un bocadillo en blanco! Que nadie se apure, está hecho expresamente. Fue un error de la edición de 1941 que se reproduce fielmente en el facsímil.
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© Hergé/Moulinsart 2012. |
Por razones obvias, en la traducción castellana este detalle (como tantos otros) se pierde. Pero en las ediciones internacionales de El Templo del sol, destacan las frases en perfecto castellano de Chiquito. Menos perfecto era en la primera edición, donde un conocedor del castellano sonreiría ante ciertas barbaridades ortográficas. También estos detalles podemos apreciarlos en el facsímil.
Le dedicaremos un ciclo de tres entradas a este tema, con más detalles sabrosos a fin de poder disfrutar y sacarle todo el jugo a estas fantásticas ediciones, los facsímiles.