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domingo, 30 de octubre de 2011

Pulsiones de muerte

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.


En el psicoanálisis, la pulsión de muerte es opuesta a Eros. En este caso, Eros se caracteriza por la tendencia hacia la cohesión y la unidad, mientras que la pulsión de muerte es la tendencia hacia la destrucción.

En septiembre de 2009, la revista belga Le Vif publicó un Hors Serie especial sobre Tintín. Nos refugiaremos en un artículo de M. Van Nieuwenborgh, cuyas tesis son muy estimulantes.

Según este autor, Hergé, que mientras trabajaba en este título ya estaba muy enfermo (iba regularmente a Suiza a hacerse transfusiones de sangre), era consciente de que esta aventura jamás sería publicada. Sabiendo que su tiempo se acababa, lejos de trabajar en el álbum con presteza, Hergé se expresaba artísticamente con más pausa que nunca.

La motivación de este álbum no sería el gran público, sino la íntima expresión artística de las pulsiones de muerte de un autor que se sabe cerca del final.

Muerte y destrucción

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

Según V. Nieuwenborgh, Arte-Alfa no pretende, en lo esencial, narrar una trama sobre el mundo del arte. Lo sustancial del relato estaría encaminado a la (auto)destrucción. Esa es una de las claves de la fascinación que ejerce en el lector.

El papel preponderante de los coches en la obra es algo común. No lo es tanto el detalle con el que están dibujados en la aventura inacabada. Es llamativo que, en un estadio de desarrollo tan primario, donde a duras penas hay garabatos inteligibles a lápiz, los coches y sus impactos estén tan minuciosamente detallados, incluso a color.


El enemigo final



Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.


El último villano de la serie está cargado de simbolismo. El temor de un autor que llega a su final...

Akass es un falsificador de arte. Un simulador. Falsificar es peor que imitar. El falsificador hace simulacros, pretende pasar por auténtico. Una imitación tiene siempre el referente de lo verdadero. Pero el simulacro pretende usurpar la identidad.

Akass, el último rival. La gran seducción. La gran amenaza. La amenaza del simulacro. De la continuación. De la pérdida de identidad. La destrucción de la obra y su singularidad. Nunca tuvo la serie una amenaza de tal calibre. 







Casi 30 años después de la muerte de Hergé, Tintín sigue burlando al gran villano.

domingo, 16 de octubre de 2011

Love Story

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

Si de algo puedo presumir es de la calidad de los comentaristas de este blog. A raíz del tema de los guiños en la obra de Hergé, el amigo Hugo primero, y David después (ver los comentarios de la entrada ¿Spalding?) me señalaron lo que, a día de hoy, me parece el guiño de los guiños, ya que abarca varios álbumes de las aventuras de Tintín. Todo el mérito y agradecimiento pues, primero a Hugo, que hizo notar que la mujer del autobús que aparece en Asunto reaparecía en Tíbet, y a David después, que lo remató con la viñeta de Stock.

El tema es el siguiente: en El Asunto Tornasol tenemos a dos pasajeros, un hombre y una mujer, que han coincidido de manera fortuita en una pareja de asientos.

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

Ellos no se conocen. Lo sabemos por la caballerosa manera con que él le dirige la palabra a ella. Además, podemos ver en viñetas posteriores como salen del autobús por separado.

Unas páginas después coinciden en el entreacto de una ópera y se miran fijamente, a sabiendas de que ese reencuentro no puede ser casualidad, y que tal vez el destino les está haciendo llegar un mensaje (nótese que ella es más alta que él, lo que le da una vis más cómica al asunto).


Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

Y parece que aquí termina la cosa. Pero vamos al siguiente álbum, Stock de Coque. En la primera página, vemos como Tintín y Haddock salen del cine. Y entre los espectadores vemos una pareja familiar…

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

Ella más alta, con su sombrero, abrigo rosa…solo le faltan las gafas, que se ha quitado sin duda por coquetería. Parece que es una bonita historia con final feliz. Pero…

Siguiente álbum, Tintín en el Tíbet. Vemos salir del aeropuerto a esa misma señora, con su sombrero y abrigo rosa en el brazo. Pero la viñeta se interrumpe, y no sabemos si va sola como antaño, o sigue con su nueva pareja.


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Mala señal que vuelva a llevar las gafas...

viernes, 7 de octubre de 2011

Operación Mammouth

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Los álbumes de Tintín estaban sometidos, como todas las publicaciones de todo tipo, a imperativos editoriales que anteponían el marketing a la voluntad del autor. Estas imposiciones iban desde la ilustración de la portada hasta el propio título. Por poner un ejemplo, el título deseado por Hergé para Tintín en el Tíbet era El hocico del Yak. Pero el título no gustó en Casterman, que además presionó para que la palabra Tintín apareciera en la cubierta del álbum.

En la portada del Journal de marzo del 50, donde se anuncia la próxima publicación de una nueva aventura de Tintín (la aventura lunar), aparece en la cubierta, de manera sorprendente, un mammouth (concretamente en la parte inferior izquierda).


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La explicación es la siguiente: Hergé barajó varios títulos para esta aventura, siendo uno de ellos Operación Mammouth. Mammouth es el nombre en clave con el que se refieren a Tornasol los malvados de la aventura.

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lunes, 3 de octubre de 2011

Parásitos gráficos

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

Recuerdo, en mí cada vez más lejana niñez, como pintarrajeaba los cuadernos de la escuela. Los apuntes perfectos, bien tomados, con cierto orden…pero era en los márgenes donde me evadía y daba rienda suelta a mi imaginación. Los laterales y esquinas de mis blocs eran un bello destello de libertad. Más tarde descubrí que no era solo cosa mía y que mis colegas adoptaban idéntica actitud. Y muchos años más tarde todavía, descubrí que Hergé, el demiurgo de mis fantasías, también se entretenía de la misma manera.

Se llaman parásitos gráficos a los dibujos que hay en los márgenes de los crayonnes (alguna vez incluso invaden las viñetas). Hergé, después de los esbozos y antes del pasado a tinta, en la página de bocetos, tenía la costumbre de garabatear los márgenes de las planchas con extraños dibujos y anotaciones.

Imágenes propiedad de Hergé/Moulinsart.

Llama mucho la atención un tema que se repite. Se trata de un hombre, con cierto aire de familia a Hergé (¿su hermano?) que en innumerables ocasiones aparece, generalmente de perfil, vestido de Scout o militar (en una ocasión aparece incluso de etiqueta).

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Invito a los aficionados a, como si de buscar a Wally se tratara, escudriñar en las planchas de crayonnes las docenas de representaciones de estos personajes. Es posible que se trate de su hermano Paul. O que no se trate de nadie y sean simplemente unos dibujos sin sentido. Sea como sea, al igual que en los blocs de notas de nuestra infancia, merece la pena detenerse un poco en los márgenes de las aventuras de Tintín.